Me hace bien

G. Solorio Sánchez

Amarte a ti me hace bien,

lo disfruto y quiero por siempre seguir así.

Hoy descubro con agrado que tienes, haces, eres y significas

tanto para mí.

tanto que nunca imagine que pudieras existir.

 

Me seduce tu mirar,

me deleito con tu calma para amar,

sigues siendo mi faro en alta mar,

eres un ser digo de admirar.

 

Eres por mucho lo mejor de mí,

esa parte amable y positiva de la que siempre carecí,

eres la sonrisa que no he aprendido –aun- a regalar.

 

Se que hoy soy mejor que ayer

y mucho se debe a ti,

se que sigo enamorado de ti, y eso, me hace feliz…

 

Ensueño

Publicado: 8 febrero, 2012 en Abortos literarios

Ensueño

Por G. Solorio S.

  

Ella sonriendo pregunto, ¿Soy la mujer de tus sueños?

El sonriendo contesto, NO, pero eres la mujer que me hace soñar, lo que es más y mejor.

Ella dejo de sonreír, cuando comprendió fue inmensamente feliz.

Perfiles

Publicado: 29 septiembre, 2011 en Abortos literarios

Perfiles

G. Solorio Sánchez

Las apariencias en ocasiones no engañan, revelan.

Se vio en el espejo, lamento la sombría imagen que encontró frente a sí. Observo lo marcado de las ojeras, la falta de brillo en sus ojos. Capto lo inexpresivo de su rostro. Un rostro sin emociones, una tez morena increíblemente pálida, un cabello dócil y ordenado, sin rebeldía alguna y a pesar de ello embarrado de fijador para evitar cualquier remoto intento de rebelión.

25 años hacia que era lo que era, al principio parecerlo si bien no le resulto del todo complicado, tampoco lo considero sencillo, le resulto complejo aprender a ocultar emociones, no era simple, lograr parecer distante y alejado le tomo su tiempo.

25 años, aun recordaba cuando lo contrataron, ¡usted es lo que estaba buscando!, da el perfil, justo lo que necesitamos. ¡Que cosas!, justo cuando estaba dispuesto a renunciar a la honradez esta le dio una oportunidad.

Y es que para nadie es un secreto que conseguir empleo es una empresa que en muchas ocasiones se torna complicada y desmoralizadora, y el llevaba ya poco mas de 19 meses y pasado ese tiempo o menos cualquier empieza a tener tentaciones para resolver la realidad por cualquier medio.

Al inicio de su búsqueda su rostro era diferente, tan diferente como lo pueden hacer 25 años que no pasan si no se quedan.

Jovial, optimista, ilusión en la mirada, voz fuerte y decidida, unas manos que apretaban y eran utilizadas para dar énfasis a ciertas frases.

Entrevista tras entrevista se fueron acumulando los días, hasta que sin darse cuenta el y su esposa se alarmaron por ver que esos días juntos ya formaban meses. Meses de angustia, meses de pedir prestado, de vivir del fiado, meses en los que el amor insistía en retirarse ante la amenazante llegada del hambre y la miseria.

¿Por qué no a la primera?, o a la segunda, tercera, quizá a la decima, pero tanto no tan seguido ya parecía cosa de embrujo.

No entendía tanto no, ni siquiera entendía el primer no recibido, menos podría explicar los que siguieron en macabra sucesión. El había seguido todas las sugerencias, consejos y recomendaciones recibidas, cuido con esmero su apariencia, no vistió de color café a pesar ser el color de su preferencia, todo por atender el comentario de una asesora de imagen hecho en radio, saludo al entrar, extendió la mano y apretó firme, pero sin fuerza excesiva, vio de frente y hablo claro, expuso con precisión las razones por las que se consideraba apto para el puesto, pero con todo y ello no obtuvo el empleo.

Intento no deprimirse, por el contrario, se dijo a si mismo que con seguridad había una opción mejor esperándole, ¡ellos se lo perdían! Tiempo al tiempo, sin duda alguien se daría cuenta de su capacidad, entusiasmo, potencial y deseos de trabajar. El tiempo estaba pasando, los ahorros minando, las deudas creciendo, la familia y amistades a los que pedir prestado cada vez eran menos, los kilos bajaban igual que los días sin trabajo se acumulaban. Cada día unos gramos menos, un poco de menos brillo en la mirada, una imagen en lo general más sombría, menos festiva, menos convencida de que alguien le necesitaba. Un agujero más al mismo cinturón que le acompañaba desde muchos días atrás.

Cuanta diferencia de aquél que fue a la primer entrevista con el que acababa de cumplir 577 sin empleo, nunca pensó que él no trabajar fuera tan agobiante, cansado.

Aquel, un ser integro que para nada consideraría la delincuencia como opción. Este, un ser tentado a aspirar a delincuente con tal de dejar de sentir temor de no conseguir prestado el día de hoy.

De festivo y dicharachero paso sin percibirlo a sombrío y reservado. De tener una mirada atrevida, osada, a parecer permanente ausente, como viendo a través de lo que tuviera frente a él.

Justo lo que necesitamos, que ironía, se presento como candidato a cualquier cantidad de puestos, en ninguno aceptado, solo en ese, con el tiempo su ropa al principio inmaculada de a poco fue evidenciando el paso del tiempo y el exceso de uso, seguía cuidando lo mas y en la medida de lo posible su presentación, pero sin dinero es complicado hacer pasar como nuevo algo que tiene ya muchas horas plancha pasadas por encima.

Pensó incluso en la muerte como opción, eso a hora le provocada esbozar una mueca que intentaba hacer las veces de sonrisa, la muerte compañera que lo tentaba fue al final la que le dio una oportunidad. De tipo impetuoso y decidido a derrotado clase mediero, de hablar de cualquier tema a evitar  hablar. Da el perfil le dijeron y le dieron el trabajo, le daremos una oportunidad porque se ve que necesita el trabajo, vamos a confiar en usted, pero no cambie su apariencia, siga así, con esa mirada, con esa expresión, con ese peinado, así será digno representante de esta casa funeraria.

Sonrió, hoy cumplía 25 años de verse forzado a parecer muerto para seguir vivo.

La misma

Publicado: 5 septiembre, 2011 en intentos de rimas, prosas y sin sentidos...

La misma

G. Solorio Sánchez
 

¡Qué suerte!

 

Entre una multitud es que yo la vi, y la encontré hermosa, divina en verdad,

disfrute la visión de ese su cuerpo, el brillo de sus ojos y sonrisa juntos,

su cabello en cuidado y estudiado desorden cayendo sobre los hombros.

 

Su caminar lento, estético,

el vaivén de sus senos al capricho de la gravedad,

su pose sensual al detenerse y recargarse, solo unos segundos,

en el respaldo de la silla aquella

antes de sobre de ella dejar caer esa parte de su cuerpo

de la que no pude separar la vista.

 

Estar a su lado, escuchar su voz, su risa y respiración,

imaginarla en otro lugar y otras circunstancias,

sin ropa que estorbe, jadeando más que respirando…

 

Sentirme un mortal más que bendecido,

por el simple hecho de estar a su lado,

aspirar su aroma de mujer deseada, admirar su cuerpo,

sentirla tan cerca, estirar la mano y entre mis dedos

encontrar los suyos, encontrar la mano

de mi amada esposa.

Tú, esencialmente yo…

G. Solorio Sánchez

 

No voy a extrañarte, ¿Cómo podría hacerlo?,

Incluso me atrevo a declarar que no voy a recordarte,

porque sabes que pienso que solo se recuerda

lo que hemos olvidado.

 

Y es que no puedo extrañarte si  vas conmigo a todas partes,

tu recuerdo, tu esencia la llevo en mis manos, ojos y oídos

en cada centímetro de piel…

[y dentro de mí también habitas]

cada gota de mi sangre lleva una parte tuya.

 

En mis manos quedaste atrapada

después de tanta caricia intercambiada,

luego de dibujarte con mis dedos,

luego de recorrerte tantas noches.

 

Vives por siempre en mis ojos,

una vez que tu reflejo quedo en ellos

después de contemplarte no sé ya cuantas veces

dormida, despierta, soñando a mi lado.

 

En mis oídos te llevo muy presente,

recordando siempre esos te quiero  y  tus gemidos,

esos gritos que en quedo tono me regalas

cuando nos volvemos uno solo y solo uno.

 

De a poco y sin prisas has entrado en mi alma,

compartiendo risas, llanto y madrugadas,

estas dentro de mí y eso me agrada

ya que puedo presumir que huelo a ti,

que mi vida y mi cama

tienen tu esencia debidamente impregnada.

Buscando, encontrando.

G. Solorio S.

NO pude, aunque quise, fueras tu la primer mujer en cuyos brazos soñara, a quien un beso robara y mil promesas hiciera.

Lo siento. Es cierto, no fuiste la primera a quien tome de la mano para caminar despacio, sin prisa, sin querer llegar a ningún lado. Esperando tan solo que el tiempo transcurriera y que ambos tomados de la mano siguiéramos.

No fuiste la primera con quien la luna observe, ni los ojos en que me refleje buscando algo más que una imagen y en más de una ocasión creer encontrarlo.

Pero algo puedo afirmar; Te estaba buscando a ti, abrace a quien abrace convencido que te abrazaba a ti, si bese a alguien más es porque confiaba en que eras tu a quien besaba, aspiraba a caminar contigo, a que soñábamos juntos… no estaba experimentando, tan solo mujer… te estaba buscando…

No pude ni supe encontrarte a tiempo, por ello no te di mi primer beso, ni te dije el primer te amo, tampoco fue tu casa la primera en visitar, pero debes saber que nunca me detuve más de lo que debía, cada que descubría que no eras tu, la búsqueda reanudaba… Después de nuestro primer abrazo, supe que al fin la búsqueda había terminado, porque sin cerrar los ojos fui capaz de soñar e imaginar una vida juntos, con altas y bajas, pero juntos.

Porque caminando lento sobre una traqueteada banqueta me sentí cerca del cielo, porque sin preguntarte nada tu ya habías decidido que SI, porque juntos vale la pena andar sin importar el paisaje, porque ambos lo decidimos y ambos lo construimos.

Es cierto, no fuiste la primera a que ame o crei amar en un tiempo, pero lo vuelvo a repetir; te estaba buscando a ti… alguien se presentaba, creía que eras tu y todo se complicaba. No pude regalarte primicias, pero puedo asegurarte que hoy que se que eras tu a quien buscaba, seras la ultima a quien besare, amare y venerare. Mucho tiempo te busque, al fin te encontré, contigo mis días terminare, claro, si es que soy yo al que tu buscabas…

LA MUJER AGUILA

Publicado: 4 marzo, 2009 en Sin categoría

El camino de un águila

Nayeli Solorio Cortés

 

Érase una vez un granjero, el cual un día al regresar a casa después de trabajar, al ir caminando miro al suelo y vio un  huevecillo de águila,

 

 

 

lo recogió y cuando llego a su casa lo puso en el corral de gallinas.

 

Después de un tiempo el águila creció con la mentalidad de que era una gallina.

Un día el granjero saco a las gallinas del corral, tomo al águila y le dijo:

-Tú estás hecha para volar.

El águila le contesto:

No, yo no puedo volar soy una gallina y las gallinas no vuelan.

El granjero le dijo:

Eres un águila y naciste para luchar, busca lo más alto y vuela.

El águila dijo:

-Esta bien lo intentare.

Cuando intento volar no pudo por lo que el granjero se le acerco y le dijo:

No te rindas, no te pares y no te dejes vencer.

Entonces el águila lo intento y lo volvió a intentar, fueron tantas veces sus intentos hasta que lo logro, voló tan alto que los vientos la llevaron en forma de remolino hasta llegar a un lugar donde se encontraban algunas águilas. Cuando llego le pregunto a una de ellas:

 

 

 

 

-¿Qué somos las águilas?

Y ella le contesto:

-Somos lo que tú quieras ser, quieres ser luchadora luchas, quieres ser grande luchas para ser grande.

El águila le dijo:

-Gracias por todo.

Después voló y voló y en su camino encontró a un grupo de águilas y les pregunto:

-¿Cual es el destino de las águilas.

Y el grupo le contesto:

– Nosotros no servimos, no tenemos destino.

El águila se fue desilusionada y una luz en su interior iba desapareciendo y pensó que tal vez podría ser cierto que no servia para nada y se dijo así misma:

– No sirvo para nada.

El águila iba volando sumida en sus pensamientos que poco a poco fueron desapareciendo llegando a un profundo silencio, en eso escucho que alguien le dijo:

Hola, soy tu, tu misma y no eres perdedora puedes ser lo que tu desees ser, las águilas no tienen destino, el destino lo creas tu misma.

Después de un tiempo el águila llego a una cima de una montaña, donde se encontraba una luz a la que muchas águilas intentaban llegar, pero algunas se rendían fácilmente, otras lo intentaban un poco mas allá, ella se decidió y lo intento y no pudo, en eso recordó las palabras del granjero, por lo que voló y voló con todas sus fuerzas hasta alcanzar la cima y alcanzar la luz y escucho una voz que le dijo:

– El destino tuyo es ser luchadora y puesto que eres la única que llego hasta este lugar te convertiré en un ser humano, la luz la fue invadiendo poco a poco y se fue convirtiendo en una hermosa bebe y fue subiendo al cielo, las demás águilas fueron testigos de ese suceso y se dijeron:

Las águilas formamos nuestro propio destino.

 

El águila llego a una familia como una bebe, en el momento de su nacimiento sus papas la miran con cariño y observan en sus ojos una luz blanca, y se preguntan uno al otro ¿Qué tiene? Y su hermana que en ese momento los escucha les dice:

Tiene el alma de una luchadora.

Cuando creció la niña quiso ser gimnasta y al principio en sus entrenamientos se arriesgaba mucho. Por lo que un maestro le dijo:

Cuando empiezas con ese entusiasmo e intentado las cosas como tu lo haz hecho, serás muy buena en un futuro.

La niña tenía dos hermanas, Lupita la más chica y Marielena la más grande de las tres, por lo que ella era la de en medio. Esta niña se llama Roció, un día se peleo con su maestra y ella y sus papas decidieron cambiarse a un gimnasio que se llama ESGILA. Cuando Roció entro al gimnasio estaba un entrenador cubano que se llamaba Félix y poco a poco con mucho entrenamiento y la asesoraría del entrenador Roció fue mejorando su nivel; un día Roció se cayo y se golpeo muy fuerte y cuando estaba en el suelo recordó unas palabras que le habían dicho y que en su mente se quedaron grabadas:

¡No te rindas, no te pares, no te dejes vencer!

Y se levanto y  volvió a intentar el ejercicio, pero esta vez con más decisión, por lo que todas las niñas le aplaudieron y al final de la clase se fue al baño y ahí lloro porque realmente el golpe había sido muy fuerte, pero mas lloro por el coraje de haberse caído.

Después un día  se dijo así misma:

“Siento que algún día, en algún lugar fui águila”, y en su conciencia escucho una voz que le decía;

– ¡Sí y por eso tienes alma de águila!

 Paso el tiempo y las del gimnasio fueron  a México y Roció le puso muchas ganas al entrenamiento, por lo que le dijeron  que en poco tiempo podría quedarse a entrenar ahí.

Cuando regreso a Torreón todas sus compañeras la abrasaron, pues le había ido muy bien en México, pero ella festejaba mas con dos amigas a las que quería mucho sus nombres son  Jemi y Nayeli.

En un par de semanas que pasaron la llamaron de México para comunicarle que la habían aceptado en el CENAR (Centro Nacional de Alto Rendimiento). Cuando se fue sintió un gran miedo y se dijo;

-¡Ya estoy aquí, luche tanto por esto y no me voy a dejar vencer!

 

Llego a México y empezó a entrenar muy fuerte, en 2 meses la dejaron que regresara a Torreón para las fiestas Navideñas, por lo que fue al gimnasio y le dijo a su amiga Nayeli;

– Nunca, pero nunca te dejes vencer, no dejes que el miedo te gane y aunque alguien te diga que no sirves o que no puedes, no lo escuches y tú sigue luchando, porque tú al igual que yo tienes alma de águila y solo tu harás tu propio destino, y le dijo una frase que hoy en día le sirvió;

Lo importante no es la armadura si no la voluntad.

La niña Rocío ahora, en este instante, esta en México entrenando, viviendo y estudiando.

Formando su propio destino, como cuando fue un águila.

 

 

P L E G A R I A
Armando Fuentes Aguirre
 
 
Un pedazo de tierra para posar mi planta,
y ahí una huella sabia que conduzca la mía.
 
Un rincón en el cielo donde anidar mis ansias,
con una estrella, para saber que Tú me miras.
 
Sobre mi frente un techo; bajo el techo una llama;
un pan que nunca falte y una esposa sencilla;
la esposa como  el pan: alegre, buena, cálida;
el pan como la esposa, de suavidad benigna.
 
Un amigo y un libro. Salud pero no tanta
como para olvidar que he de morir un día.
 
Un hijo que me enseñe que soy Tu semejanza.
 
Sosiego en el espíritu… Gratitud en el alma…
 
Eso pido, Señor; y al final de la vida
dártelo todo, a cambio de un poco de esperanza.
 


El texto publicado es de la autoría del Sr. Armando Fuentes Aguirre -CATON-, él no lo sabe, pero sus dedos escribieron mis sentimientos, resulta singular apreciar como sucede que hay gente que sin conocerte siquiera escribe lo mismo que uno siente… por eso me encanta leer, por eso cada vez escribo menos, porque al leer a tantos y tantos me doy cuenta que casi todo lo bello que había que plasmar ha sido puntual y pulcramente definido… plagiarios del corazón sería el título que deb dar a todos los que escriben lo que siento.

La Corbata

Publicado: 26 agosto, 2008 en Abortos literarios

 

La Corbata

(G Solorio Sánchez)

Entender duele.

La sensación era extraña, no entendía que era lo que estaba fuera de lugar. Algo no caminaba, algo no encajaba, algo estaba fuera de lugar. Se sabia debidamente afeitado y peinado con especial cuidado, el cuidado y dedicación que exigen ocasiones especiales, ocasiones que se presentan una vez en la vida y que por tanto exigen de uno ciertas formalidades para que se consideren solemnes e inolvidables.

Repaso mentalmente todo su atuendo, la cena del día anterior, el despertar de este día, su preparación para el momento, seguía sin entender porque no lograba disfrutar nada, si todo era tal y como él quería, si era como lo quería, ¿porque no lograba sentirse cómodo? Intento ir por partes para ver si lograba identificar la incomodidad que sentía.

¡Los zapatos no eran!, no, definitivamente los zapatos no eran el origen de la sensación de incomodidad, bajo su vista y los disfruto, negros, sin cintas, de piel genuina, impecables, interior acolchonado, suela anti-derrapante, un tacón discreto, medio centímetro más grandes que sus pies, tal y como a él le gustaban para poder mover sus dedos en el interior. De hecho no recordaba nunca antes haber calzado unos zapatos tan a su gusto, incluso pensaba que podría caminar el día entero sin molestia en sus pies, cien por ciento seguro, nunca antes tuvo en sus pies zapatos como aquellos.

Si lo zapatos no eran los causantes de esa sensación, entonces, ¿qué era?

Antes de revisar el pantalón, pensó en la cena, por si acaso el motivo de la opresión que experimentaba fuera estomacal y no producto de alguna prenda, rápido deshecho la hipótesis, improbable simplemente, los alimentos eran del mejor restaurante de la ciudad, calidad inmejorable, además no sentía deseo alguno de ir al sanitario, ni nada por el estilo, la cena nada tenia que ver con su molestia, lo ingerido de hecho rayo en lo ¡exquisito!

El pantalón era de la talla correcta, su marca favorita, esa marca que pocas veces llegaba a utilizar por cuestiones de precio y presupuesto, el color le agradaba, el planchado adecuado, metió una a una sus manos a los bolsillos –primero los traseros- por si acaso hubiera en estos algo que ignorara, pero no encontró nada, solo la comodidad del espacio y la agradable textura al tacto de una fina tela. Nada, el pantalón no era el origen, de hecho solo el pantalón lo reviso solo por no dejar, la molestia la experimentaba mas arriba, pero quiso en forma metódica ir por partes y no dejar ninguna probabilidad sin explorar.

Hizo una escala para pensar en la ropa interior, no la podía ver, pero estaba conciente que la tenia puesta y que era lo que quería, calcetines no ajustados, bikini no bóxer, camiseta de cuello en v para mayor comodidad. Tenia puesto y en contacto con su piel lo que él quería, así que la ropa interior nada tenia que ver con su incomodidad.

Inclino la vista una vez más y observo con agrado la prenda que cubría su tronco, manga corta, bolsa a la derecha, todo en su sitio, fajada con pulcritud, tela fresca, adecuada para el clima caluroso. Lisa, de un solo color, odiaba el estampado, uno a uno fue viendo los botones, hasta detectar que también el del cuello estaba abotonado, eso iba contra su costumbre, detecto incluso ese nudo en su cuello, también contra su costumbre, detestaba las corbatas, nunca usaba corbata, salvo situaciones especiales, ¿Esta lo era?, ¿Ameritaba el uso de corbata?, ¿Porqué usarla si la detestaba?, ¿Porqué tan justa?, eso le incomodaba definitivamente.

A lo lejos una voz, autoritaria, con jerarquía, dio una orden, él escucho la orden y entendió todo, comprendió su incomodidad, recordó porque ceno lo que ceno y porque vestía lo que vestía. Su comprensión duro nada, sus ojos saltaron como intentando seguir observándose como se quería ver, la incomodidad dejo de sentirse porque él dejo de sentir, su cuerpo se balanceo de un lado a otro en el aire, sus pies no tuvieron apoyo y esos cómodos zapatos no pisaron mas nada.

– Señor, la sentencia ha sido cumplida, el reo a sido ahorcado.

– ¿Se le cumplieron sus peticiones de última voluntad?

– Si, señor.

– Bien, descanse en paz.

El cuerpo fue entregado a los familiares vestido con el uniforme de la prisión, zapatos, pantalón, camisa, camiseta, calcetines y bikini pasaron a manos nada escrupulosas, todo por no incluir en la última voluntad desear ser enterrado con la ropa que fue ejecutado.

 

 

Mis intentos, mi interés.

(G. Solorio Sánchez)

 

 

Ni cuartetos, ni sextetos, solo son mis intentos…

 

 

Intento escribir poemas o historias tengan algún valor,

lo intento por ver si alguien un día decide leerlas…

 

Intento algunas palabras rimar,

para que quizás

por suerte yo pueda

un poema lograr.

 

Y en esas nuestras noches

intento entregarte mi mejor caricia

e intento excitarte mujer

para ver si logro calmes mis deseos.

 

Intento besarte como nunca nadie

te haya besado,

intento mujer me veas como el príncipe

que un día haz de haber soñado…

 

Intento mil cosas no solo por intentarlas, las intento siempre

buscando alcanzar lo que algunos dicen, representan mis intereses.

 

No se si son nobles estos mis afanes,

ni se si logre un día alcanzarlos,

mas yo sigo intenta que intenta porque hay algo que si se,

mis intereses no son otra cosa distinta a mis sueños.

 

Seguiré escribiendo, quien sabe si un día

logre que me leas.

Seguiré intentando rimas atrapar,

pero sobre todo,

seguiré intentando ser lo que deseas,

y si no lo logro,

al menos te juro,

moriré intentando.

 

Intentaré entrar a tu vida

y nunca salir de ella…

intentaré seas mía para

ser solo de ti,

intentaré estar en ti

como tu lo estas en mi…

 

Puesto que me interesas, por eso lo he de intentar…
 


El próximo 07/08/08 se cumple un año más de que mi mujer me dijo SI ante muchos, un año más de la fecha en que ambos decidimos estar juntos, nunca nos engañamos prometiendo que no habría dolor, desencuentros y sin sabores, pero ambos sabiamos que valía la pena estar juntos… Para mí ha sido lo mejor que la vida me pudo ofertar, por ella no opino, pero el presente es mi refrendo del compromiso que hace algunos ayeres hicimos juntos… Seguimos recorriendo un camino, juntos, !vale la pena ser hombre porque ella es una mujer!…